No solo Modelismo Naval. La Historia tambien cuenta

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domingo, 11 de septiembre de 2016

Estupidez cientifica

Yo sigo creyendo que estamos rodeados de estúpidos, es una opinión personal, lo sé, pero no me sustraigo a la tentación de exponer razones para hacer que la gente razone por la situación social y politica que estamos atravesando.
Recuerdo que hace unos años escribí un articulo sobre el mismo tema, afectado de forma indirecta por quienes se encontraban en un entorno muy concreto. En aquella ocasión saqué mis mejores argumentos para intentar hacer ver que quienes más  hablan, no siempre son los que lo hacen con propiedad. Hace unos días me encontré un articulo sobre el llamado Sindrome Dunning-Kruger, que expongo a continuación. 
La relación entre estupidez y vanidad se ha descrito como el efecto Dunning-Kruger, según el cual las personas con escaso nivel intelectual y cultural tienden sistemáticamente a pensar que saben más de lo que saben y a considerarse más inteligentes de lo que son. El fenómeno fue rigurosamente estudiado por Justin Krugger y David Dunning, psicólogos de la Universidad de Cornell en Nueva York, y publicado en 1999 en “The Journal of Personality and Social Psychology”.
Se basa en los siguientes principios:
1º. Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
2º. Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.
Antes de que estos estudiosos lo evidenciasen científicamente, Charles Darwin ya había sentenciado que “La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento”,  y los que tenemos la manía de reflexionar, que es lo mismo que mirarse al espejo, ya sospechábamos que la mayoría tendemos a valorarnos a nosotros mismos por encima de la media, cosa que, lógicamente, es estadísticamente imposible.
El avance de Krugger y Dunning fue simplemente demostrarlo en un experimento consistente en medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de estudiantes y pedirles una auto-evaluación posterior. Los resultados fueron sorprendentes y reveladores: Los más brillantes estimaban que estaban por debajo de la media; los mediocres se consideraban por encima de la media, y los menos dotados y más inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores. Estas observaciones, además de curiosas me parecen preocupantes, pues según ellas los más incompetentes no sólo tienden a llegar a conclusiones erróneas y tomar decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de ello.
Pues bien, en la actualidad estos parámetros vienen al pelo para catalogar e interpretar muchas de las decisiones y desaciertos de tantos pretendidos “expertos” en economía y política, que nos han llevado a donde estamos. No estoy aludiendo a ningún personaje concreto, ni a ninguna opción política, sino simplemente me atrevo a proponer el modelo para diagnosticar a tantos líderes, peritos, charlatanes, sacamantecas y desatinados que pululan por doquier y padecen este “Síndrome de Dunning-Kruger”, y de paso recomendarles que, como diría un catalán, se lo hagan mirar ya que ellos solos, por si mismos, son incapaces de reconocer que lo padecen. Y el resto mejor no dárnoslas de sabios en nada, no sea que también estemos afectados.

Extraordinario, no se puede explicar con menos palabras un pensamiento tan claro. Cierto es que al estar completamente rodeados de tanta estupidez, nos pase como a los secuestrados con el sindrome de Estocolmo, hasta podemos llegar a comprerderlos. Es una locura colectiva que a veces nos impide ver la realidad tal cual es, y ese sesgo, el de la estupidez, puede llegar a condicionarnos de tal forma que terminemos por tomar decisiones erróneas, las mismas que llegan a tomar los afectados por el sindrome D-K.
Cada día veo y oigo cosas en los medios de comunicación que me levantan del asiento de la carcajada o ganas de llorar que me producen.
Si es cierto, los mensajeros, quienes tienen que informar de forma objetiva en la Tv, Periodicos o radios a veces me parece que no han vivido en nuestra sociedad, es tal el cúmulo de tonterías, que encima son aplaudidas por una masa inculta, porque no es la verdad lo que cuentan, es "su Verdad" pero no la verdad, y lo que es mas triste es que se lo creen ellos y la masa borreguil que les sigue.
No sé quien dijo, tengo que revisar mis citas, algo así de "Denle conocimiento a un estúpido y ese mismo conocimiento le hará doblemente estúpido"  ¿Verdad señores gobernantes?

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