Después de casi cuatro años, por fin he conseguido acabar
este endiablado modelo. Tiene abundantes trampas en el diseño, desde luego el
fabricante no se ha esmerado en lograr un producto de calidad, aparte de las
dificultades técnicas que se encuentran por falta de claridad en muchas de las
instrucciones y en los planos.
Como se puede apreciar en la fotografías he terminado por
acabarlo un poco “sui generis”. No va a ser un modelo para concurso ni nada que
se le parezca, pero me ha enseñado que esto de los “Kits”, que poco me gusta
esta palabreja, no deja de ser algo que hay que estudiar concienzudamente antes
de ponerse manos a la obra, ya me paso algo similar con el S.Trinidad de Occre,
de menor importancia con respecto a éste modelo de A.L., que aún siendo de las
primeras generaciones de la casa, contiene innumerables defectos en su
concepción. No es una argumentación
empleada para justificar el final, es que hay ocasiones, durante el
montaje, en las que hay que destruir lo construido porque no coinciden medidas
o proporciones con las referencias de la bibliografía consultada.
Un ejemplo de los
defectos de diseño y que que mas sorprenden es
que al elaborar las troneras de la segunda cubierta, las que están en la
zona del combés, algunas coinciden con las cuadernas que sujetan la cubierta
principal, circunstancia que también ocurre con el resto de troneras que ocupan
los medio cañones.
En los planos de la arboladura, y mas concretamente en la jarcia
móvil, los números correspondientes, a las maniobras de verga y velas, que se
reciben en los cabilleros, primero no están todos descritos, y segundo hace
coincidir dos o tres maniobras en la misma cabilla, algo inconcebible. También
me he permitido, en mis tiempos muertos, elaborar las velas manualmente, como
ya he publicado en dos artículos anteriores.
Por primera vez he incorporado el forro de cobre en la obra
viva, trabajo verdaderamente minucioso, reiterativo y muy delicado, me ocupó
mucho tiempo debido a que lo realicé a partir de una plancha, la cual tuve que
cortar en tiras de 6 mm ,
dándole a la imaginación para poder obtenerlas todas del mismo ancho.
¿Y la simulación de los remaches?, algo verdaderamente increíble, hasta que se consiguió una definición homogénea fue como una tesis, no poseía herramientas o instrumentos que facilitaran el trabajo, así que se construyó manualmente, trabajo realmente tedioso, pero que resulta muy espectacular.
¿Y la simulación de los remaches?, algo verdaderamente increíble, hasta que se consiguió una definición homogénea fue como una tesis, no poseía herramientas o instrumentos que facilitaran el trabajo, así que se construyó manualmente, trabajo realmente tedioso, pero que resulta muy espectacular.
El que tardase tanto tiempo no es por lo laborioso, he
alternado esta actividad con la construcción de una sección del Ballenero de
Red Bay y continúo con la
S.María , que espero acabar en un futuro no lejano.
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