No solo Modelismo Naval. La Historia tambien cuenta
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Aqui comentaré los trabajos de MN que efectúe de ahora en adelante y sobre los modelos que he construido anteriormente.
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La Historia del mar y la navegación, tienen aquí su espacio.
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lunes, 23 de mayo de 2016
Lo que la historia nos deja y lo que vamos encontrando.
Las autoridades italianas mostraron
este miércoles una carta original
de Cristóbal Colón escrita
en 1493 con detalles del descubrimiento del “Nuevo
Mundo”. Ésta carta fue sustraída y sustituida por una falsificación, reproducción
muy sofisticada, en una biblioteca de Florencia. El original fue a parar a la
Biblioteca del Congreso estadounidense. En Italia nunca nadie se percató del
hurto. Ni expertos ni archiveros de la biblioteca de Florencia se habían dado
cuenta. Las autoridades italianas, empezando por el ministro italiano de
Cultura, Dario Franceschini, han admitido que
“Fue un robo realizado de forma sofisticada. Se han necesitado muchas
verificaciones por parte de estudiosos para demostrar que la carta de Florencia
era falsa. Además, durante años nadie se ha dado cuenta de que era una
reproducción” eso explicó a la prensa.
La carta en cuestión es una de las 16 a 18 copias que Colón mandó imprimir para enviar a los
Reyes Católicos, Isabel y Fernando, en 1493 con los detalles de la primera
expedición.
Haciendo referencia al artículo que informa del hecho
en el periódico “La Vanguardia”. Reproduzco parte del texto publicado en el que
se explica claramente lo sucedido:
“Muchas veces la realidad supera la
ficción y eso es lo que parece haber ocurrido en esta ocasión: la carta, que se
suponía en Florencia, ha sido encontrada en Estados Unidos después de haber
sido robada - se desconoce cuándo-, vendida en subasta y donada por una persona
particular a la Biblioteca del Congreso en Washington.
Todo este proceso, además, fue llevado a
cabo sin levantar sospechas, pues tras el robo el ladrón colocó una
falsificación en el mismo lugar en el que se conservaba la carta original, en
la biblioteca florentina.
El descubrimiento ha sido posible gracias
a la colaboración entre la Unidad de los Carabineros para la Protección del
Patrimonio Cultural (Comando Carabinieri Tutela Patrimonio
Culturale - TPC) de Italia y las
fuerzas de seguridad estadounidenses. De esta manera, Italia recupera una carta
de extraordinario valor histórico y de archivo que hasta hace poco no sabía que
había perdido.
Una
investigación sobre el paradero de unos libros antiguos destapó el fraude de la
misivaEl hallazgo ha salido a la luz a raíz de
otra investigación que nada tenía que ver con la misiva del descubridor de las
Américas. En 2012, la Policía italiana inició una investigación para dar con el
paradero de unos libros antiguos cuya desaparición había sido denunciada por el
director de la Biblioteca Nacional de Roma. Durante las investigaciones, los
carabineros comprobaron que la biblioteca romana poseía una copia falsa de una
de las cartas originales de Cristóbal Colón.
La investigación no concluyó aquí, sino
que les llevó hasta Florencia, donde evidenciaron que también la copia
conservada en esta ciudad italiana era falsa. Ambas cartas habían sido robadas
en algún momento en el pasado y sustituidas por reproducciones muy conseguidas,
aunque falsas. Entre las pistas que llevaron a expertos a concluir que estas
cartas que se encontraban en Italia no eran las auténticas se encontraban, por
ejemplo, el sistema de numeración o la ausencia de un sello oficial.
“Se trataba de reproducciones fotográficas
modernas impresas en papel antiguo, pero con características incompatibles
respecto a la fecha en la que fue escrito el documento”, apuntó el comandante
de los carabineros del TPC, el general Mariano Mossa.
El
ejemplar había sido subastado por 350.000 euros pero está valorado en un millón
Comenzó entonces una exhaustiva labor de
búsqueda que desembocó en Estados Unidos, concretamente en la Biblioteca del
Congreso. El ejemplar auténtico, valorado en un millón de euros (unos 1,127
millones de dólares), había sido vendido en subasta por 400.000 dólares (unos
354.910 euros), adquirido por una persona y posteriormente donado a la
biblioteca estadounidense.
La carta original, que supone “un diario
de a bordo”, en palabras de Stacchetti, ya se encuentra en Florencia, donde aún
es necesario estudiar si será expuesta al público o conservada entre los
tesoros más protegidos.
De las dos cartas robadas, solo la de
Florencia ha sido encontrada, mientras que la Policía italiana continúa con las
investigaciones para encontrar el ejemplar original de la sustraída en Roma.
Fue un robo casi perfecto, llevado a cabo
“en una época impredecible” según las autoridades y por un ladrón que hasta el
momento no ha podido ser identificado lo que otorga a la historia elementos
quizás dignos de un guión cinematográfico.
Hasta aquí el relato de lo que parece una novela
policíaca, intriga y desenlace afortunado. Estas cosas pasan, y pasan muy a
menudo para desesperación de cultos e ilustrados que no entra en nuestra cabeza
que exista gente dispuesta a expoliar el patrimonio cultural de la historia o
de un país por conseguir unas monedas, en este caso muchas menos del valor real
del documento.
Otra historia es aquella en la que funcionarios o/y
políticos son capaces de facilitar para que “otros” se lleven lo que pertenece
a un estado, nación o personas, como ocurrió con los datos de “La Mercedes” y
el follón que se ha montado con el expolio del fondo marino, exclusiva
competencia del estado, por parte de la empresa busca tesoros.
También el nuestra biblioteca nacional hubo quien
arrancaba páginas enteras de códices y legados bibliográficos para venderlos al
mejor postor. En fin que no hay nada que se escape a la voracidad de estos
buitres.
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