La
inteligencia de C. Colon descansa tanto en las cualidades de su espíritu como
en la fuerza de su carácter, cuyo impulso era grande.
Estaba
dotado de un gran poder intuitivo para poder explicar y hacer comprensible los
fenómenos que observaba.
Se puede
decir con certeza que no es la cantidad, sino la calidad de los estudios que en
los libros se realicen, lo que hace a un hombre más o menos culto.
La
principal característica de Cristóbal Colón es el conocimiento y la observación
de los fenómenos naturales que los navegantes contemporáneos del almirante o no
apreciaban o no sacaron conclusión alguna de ellos, ya que tenían que
observarlo forzosamente dada su profesión.
Las
teorías de Colón, sobre todo lo que propuso, son propias y le pertenecen, son
el producto de su trabajo y su extraordinario poder de razonamiento. La ciencia
consiste en la explicación de los fenómenos naturales para hacerlos
comprensibles al conocimiento humano. No es de extrañar, pues, que sus
razonamientos hayan influido poderosamente en el pensamiento humano a partir de
él.
Teniendo
conocimiento de las dichas ciencias; Astrología, geometría, aritmética comenzó
a dedicarse a navegar. A dedicarse a las cosas de la mar, influido sin duda por
algún varón destacado de su familia, dejó de estudiar latín y demás disciplinas
teológicas para dedicarse a la navegación. Basta con leer sus escritos para
comprender que la cultura que poseía no pudo
adquirirla al azar, sino de forma disciplinada y muy bien dirigida, como
también lo demuestra su portentosa forma de generalizar y explicar los
fenómenos que observaba.
De las
cosas de la mar sabía más que cualquier piloto de su tiempo.
Von
Humboldt lo describió de la siguiente manera: La gloria de Colón, como la de todos los hombres extraordinarios que
por sus escritos o por sus acciones han ensanchado la esfera de la
inteligencia, descansa tanto en las cualidades del espíritu y la fuerza del
carácter, cuyo impulso realiza el hecho, cuanto en la poderosa influencia que
ha ejercido, sin proponérselo, en los designios de la humanidad.
Este
sabio ensalza a Cristóbal Colón ponderando la complejidad del problema que se
vio obligado a resolver. Humbolt compara a Colón con Aristóteles, Platón,
Newton, y Leibnitz. Considera justo colocarle entre ellos por sus portentosos
descubrimientos. El Almirante, como todos ellos, tenía un gran poder intuitivo
para la generalización de los fenómenos observados.
En su
libro “Colaboración a la solución de un
problema coloniano” Publicado en
1948; Antonio Fernández Fernández nos explica todas las ramas del saber que de
aquellos tiempos conocía perfectamente el gran nauta. Marino y piloto,
Astronomía, Cosmografía, Geografía física, Arquitectura naval, Cartografía,
Naturalista, describió como nadie en su tiempo un maremoto, explicó de manera
natural la erupción del Teide en el 1º viaje. Hizo una acertada previsión del
ciclón que hundió la flota de Bobadilla. En la corte de Portugal y Castilla era
tenido por sabio.
Si
tenemos en cuenta y relacionamos ordenadamente los descubrimientos y
observaciones que realizó y dejo convenientemente anotadas, Don Cristóbal
Colón, Almirante de la mar océano, se ha de resaltar que, si después de todo
ello no se le considera en la categoría de los hombres sabios, a nadie se podrá
aplicar éste calificativo.
Es
difícil entender que Colón se hubiese dedicado a oficios mecánicos como era el
de cardador de lana, este oficio se caracteriza por lo mecánico de la labor,
haciendo que se pareciese más a una máquina que a un ser pensante. Lo ratifica
Hernando Colón y Las Casas en su biografía.
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De tierna edad
aprendió las letras lo bastante para entender a los cosmógrafos, a cuya lección
fue muy aficionado; por lo cual se dedicó también a la astronomía y la geometría.
Pues estas ciencias están relacionadas, que no pueden estar la una sin la otra;
y también porque Ptolomeo en el comienzo de su Cosmografía, dice que nadie
podrá ser un buen cosmógrafo sin ser dibujante, aprendió también el dibujo,
para situar las tierras y formar los cuerpos cosmográficos en el plano y en la
esfera.
Si Colón
se hubiese dedicado a los trabajos de cardador, es improbable que adquiriese, y
aún que conservase el extraordinario poder de generalización que se
le reconoce. Por tanto estamos de acuerdo en lo que escribió Hernando Colón,
tiene razón cuando dice que su padre no se ocupó nunca de oficios manuales. La
ley natural es la que nos obliga a pensar de esta manera.