Desde que en 2007 descubrí la teoría sobre
el natalicio gallego de Cristóbal Colón, he dedicado parte de mi esfuerzo investigador
a recabar documentación sobre dicha teoría que resulta de lo más fascinante y
atractiva. Porque siendo la única, de todas las existentes, que aporta pruebas
consistentes con documentos y hechos, algunos narrados por el propio descubridor,
le dan una solidez de la que carecen
completamente todas las demás. Es la única a que se le presta poca o ninguna
atención institucional.
Desde entonces me
he preocupado por obtener originales y/o reproducciones de todos aquellos
textos que traten el tema con cierta seriedad y profundidad. Con ellos voy
conformando mis conocimienetos sobre el gran hombre que descubrió “para Castilla y León dio un nuevo mundo Colón”.
Iré desgranando
uno a uno, cada ejemplar de los que dispongo, y son bastantes que tratan el
tema con gran seriedad.
Casualmente el
primer libro que llegó a mis manos fue una reproducción rústica, de una
editorial cuya actividad se centra en la reproducción de libros y documentos
históricos, escrito por el primer ponente de dicha teoría D. Celso García de la
Riega, insigne erudito pontevedrés que centró sus estudios sobre el Almirante a
raíz de la aparición de unos documentos del S.XV en los que aparecía el
apellido Colón de forma reiterada en los libros de las Cofradías, así como en
el archivo del Monasterio de Poio y algunos de esos documentos fueron también
aportados por miembros del círculo cultural pontevedrés de finales del S.XIX,
como D.Casto Sampedro fundador del museo de Pontevedra, algunos intelectuales
y políticos de la ciudad.
Después de un
estudio muy minucioso, para los medios de la época, de la Riega llega a la
conclusión de que el descubridor era natural de la localidad de Poio,
concretamente de Porto Santo, lugar en la orilla derecha del río Lerez en su
desembocadura. Plantea su teoría además apoyándose en dos argumentos más el
idioma y la toponimia empleada por el Almirante en el viaje del descubrimiento
y los tres posteriores. Estos argumentos los plasma primero en una conferencia
en la Sociedad geográfica en Madrid en 1892, levantando con ello una gran
polvareda, porque puso en evidencia la tesis genovesa que desde ese momento
quedó seriamente tocada.
En 1914 publica “Colón
Español, Su origen y Patria” El
autor renunció voluntariamente a los derechos de autor dedicando su publicación
“a los pueblos que hablan la lengua
española”.
El libro es muy
ilustrativo sobre el origen del Almirante, aporta información sobre el linaje
de Colon, su posible secreto, las familias Colón y Fonterosa existentes en
Pontevedra, los indicios lingüísticos, el cosmógrafo Toscaneli, escritores españoles
e italianos contemporáneos de Colón, los documentos italianos, hace un análisis
del apellido Colón, sobre el origen hebreo, la edad de Colón, la toponimia
empleada por él en las Antillas, Fray Diego Deza, y los documentos pontevedreses
de los que ofrece una larga lista de fotograbados al final del libro.
Sobre los
documentos detalla uno a uno los que aporta en el libro, ofreciendo una lectura-traducción
del contenido de cada uno de ellos. Son contratos y aforamientos en los que hay
personas con el apellido Colón como intervinientes. Una de las pruebas
aportadas consiste en una capilla de la Iglesia de Santa María de la capital
pontevedresa, en la que figura una leyenda que dice “Los del cerco: de Juan Neto: y de Joan de Colón faceron esta capilla”
. Un nombre significado que aparece en varios documentos es el de Juan de
Colón, también Domingos de Colón el viejo y el mozo.
El siguiente pilar
de la teoría es la toponimia empleada por el descubridor en sus viajes del
descubrimiento, aquí abundan repetición de nombres que en su mayoría pertenecen
a las rías de Pontevedra, Vigo y Arosa. Nombres como San Salvador patronímico
solamente empleado en Galicia, punta Lanzada, Punta aguda, Cabo de la Galea y
muchos más como la Gallega, otras no solo gallegas como la Española, santos
como S. Miguel o la Santísima Trinidad y un largo etc.
Un punto y aparte es el pilar idiomático.
En sus escritos Colón, de propia mano, escribía en un español muy de la época,
pero, que con frecuencia empleaba palabras gallegas que algunos denominaron lusismos,
pero de la Riega se centra en que el único idioma que Colón conocía, y así se
expresaba, era el castellano aunque por su formación, seguramente religiosa,
conocía y escribía en latín, circunstancia a la que solo tenían acceso las
clases altas, la nobleza y el clero.
Insiste
de la Riega que el Almirante desconocía totalmente el idioma italiano,
argumenta con planteamientos sólidos su posición.
Simplemente
con la exposición de estas tres patas conceptuales desmonta uno por uno todos
los argumentos de la tesis genovesa. Ni hablaba italiano, no se acordó de
Italia al bautizar islas, cabos, bahías y lugares en las Antillas, y por último
no existen documentos fiables en Génova que certifiquen mínimamente la relación
de Cristóbal Colón con Génova.
Para quien le interese conocer la teoría
desde sus orígenes es éste un buen documento y además económico, se puede
adquirir el formato Pdf por Internet por algo más de cuatro € y en formato de
libro en papel por unos 9 o 10€.
Existen ejemplares en el mercado de libro
usado a precios mas razonables.
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