S.S. Antartic; Su naufragio en 1902.
La expedición sueca del Dr. Otto
Nordenskjöld ha sido una de las aventuras antárticas más abruptas de las
realizadas a principios del S. XX. No solo por las pérdidas materiales sino
también por la incertidumbre de los científicos que quedaron en el continente
helado, abandonados a su suerte y sin saber si volverían a sus hogares después
de dos años allí arrinconados entre témpanos y tormentas.
Por las
características de la expedición, hielo y témpanos, muy bajas temperaturas y un
clima hostil, se hizo preciso utilizar un barco adaptado a esas condiciones. Se
construyó un navío similar a los buques balleneros, pero especialmente preparado para soportar la mucha presión del hielo, cosa que al final no se
consiguió. Estuvo al mando del capitán Carl Larsen, un marino curtido que tenía
experiencia antártica, había estado en 1892 en el mar de Weddell a bordo del
Jasón y llegando a los 64ºS.
Él mismo supervisó la construcción del Antartic.
El 16 de Diciembre de 1901 recalaron en
Buenos Aires para embarcar al oficial de la armada argentina, José Mª Sobral,
dado el convenio de colaboración realizado con el gobierno de dicha nación, el
cual brindaba apoyo logístico y combustible. Se llegó a este acuerdo a instancias
del Perito Francisco Pascasio Moreno (El famoso Perito Moreno).
Sobral y Nordenskjöld en la Antartida
Acompañaba también a Otto Nordenskjöld el
artista estadounidense Frank Wilbert Stokes, era un dibujante y pintor que
realizó varios cuadros al óleo y una serie de dibujos durante aquella estancia
entre el hielo. El meteorólogo Gösta Bodman encargado de los estudios de su
área, también formaba parte del equipo científico.
Partieron para el sur con destino a las
costas de la península Antártica, donde exploran islas y estrechos.
Antartic saliendo de puerto
El plan era
dejar en Cerro Nevado a Nordenskjöld, Bodman, el
marinero Akerlund y Sobral para invernar en una cabaña construida a tal efecto,
con el material científico y suministros suficientes para el tiempo de estancia
previsto. En Cerro Nevado pasaron el invierno de 1902 realizando trabajos de
meteorología, magnéticos, astronómicos, hidrográficos, biológicos y geológicos,
así como expediciones realizadas sobre el hielo del mar hacia las islas
vecinas, región conocida hoy como Costa Nordenskjöld. Aquella cabaña de madera recubierta
en el exterior por cartones embreados, constaba de cuatro habitaciones, tres
como dormitorios para dos personas cada una y la cuarta como cocina, comedor y
cuarto de trabajo. En ese pequeño espacio compartieron casi dos años de su vida
seis personas con el único vínculo de los estudios científicos.
Cabaña de Nordenskjöld
El capitán Larsen pasaría el invierno entre
las Malvinas y la Tierra de Fuego.
Antartic. Modelo en el museo de Ushuaia
Ya con la primavera, a finales de 1902,
carga carbón en Ushuaia y emprende ruta de nuevo hacia el sur para recoger a
los dos científicos y su equipo. El invierno aún no parece que se haya retirado pues las temperaturas son extrañamente bajas para esa época del año. Cerca de las islas Shetland del Sur, comienzan
a encontrar bloques de hielo que ya el 17 de Noviembre atrapan al Antartic.
Recalaron en isla Decepción e hicieron una cartografía del estrecho de
Gerlache. El dia 5 de Diciembre comenzaron el periplo hacia Cerro Nevado para
recoger a Nordenskjöld, Bodman el meteorólogo, el marinero Akerlund y Sobral
pero el hielo los inmoviliza en el camino. El día 10 de Enero se encuentra
cerca de la isla Paulet, ya paralizado el Antartic por el hielo y apresado por
la fuerza del témpano, comienza a elevarse sobre la superficie pétrea, lo que provoca
que, al mismo tiempo, se acueste sobre la banda de estribor. El día 3 de
Febrero se reflota de forma espontánea, pero muy dañado, Larson intenta vararle
en la isla Paulet, pero el 12 de Febrero comienza a hundirse, toda la
tripulación se puso a salvo huyendo de la nave que, definitivamente, se hunde a
25 millas de la isla.
Atrapado por el hielo
Casi hundido
Salvaron todo lo que les dio tiempo recoger, incluidos
los botes salvavidas que cargaron con alimentos y todo tipo de pertrechos
necesarios. Remaron por entre los bloques de hielo durante 14 días hasta
conseguir arribar a la isla Paulet. Debían prepararse para pasar el invierno,
pues estaban
seguros que no aparecerían a buscarlos de inmediato. Prepararon un refugio con
piedras y se dedicaron a cazar pingüinos y focas como medio de subsistencia
invernal. Intentaron llegar a Cerro Nevado pero se encontraron bloqueados por
el mar. Lo intentaron de nuevo al acabar el invierno, esta vez con éxito y
pudieron reunirse con Nordenskjöld y sus hombres en bahía Esperanza en la
primavera de 1903, llegando casi al mismo tiempo que la corbeta Uruguay.
La Corbeta Uruguay saliendo de Buenos Aires
La ausencia de noticias de la expedición
alarma a argentinos, suecos y franceses al comprobar que el buque Antartic no
regresa al punto de reunión en las fechas previstas. La presencia del militar
argentino hace que el gobierno ponga en movimiento todos los resortes para
emprender una operación de rescate. La fragata A.R.A. Uruguay de la armada
argentina es encargada de la operación al mando del capitán Irizar, ésta parte
de Buenos Aires el 8 de Octubre de 1903. En Ushuaia espera la llegada de dos
expediciones procedentes de Francia y Suecia. Sin noticias de estas ayudas, el
1 de Noviembre decide partir rumbo sur en dirección a la isla de Paulet, sin
saber que allí permanecían aún algunos náufragos del Antartic, pasan de largo
camino de Cerro Nevado al que llegan el día 8, toman contacto con la expedición
científica que se sorprende, pues esperaban al Antartic. Casi de forma
simultánea aparece Larson con seis de sus hombres dando las explicaciones sobre
lo ocurrido con su nave. Parte de la tripulación es recogida de la isla Paulet
e inician el regreso a Buenos Aires. Por el camino un temporal de proporciones
considerables azota el barco entre el 12 y 14 de Noviembre, llegando a romper el
palo mayor y el trinquete que fueron convenientemente aserrados y echados al
mar, pues ponían en serio peligro la supervivencia de la nave. Obligan al
capitán Irizar a navegar hacia Rio Gallegos, donde tocan puerto para
reparaciones imprescindibles y emitir un mensaje a la capital informando del
éxito del rescate.
La Corbeta Uruguay desarbolada entra en el puerto de B. Aires
Cuando llegan a la capital argentina son
recibidos por una muchedumbre que vitorea la gesta de forma apoteósica con las
autoridades más importantes del país presentes.
C. Uruguay en la actualidad es un museo flotante en Puerto Madero.